Ángel, el panadero de 77 años que lleva 40 años haciendo las mejores facturas de Comodoro Rivadavia

La historia de Ángel con la panadería comenzó cuando era apenas un niño. Desde los 4 años, ayudaba a su padre, un español que se convirtió en panadero en Buenos Aires y Trelew. Aunque su vida profesional lo llevó a formarse y trabajar como técnico electromecánico, el llamado de la panadería siempre estuvo presente. Así, en 1984 decidió volver a sus raíces y fundar La Hispano Argentina, un emprendimiento que nació en Rawson y, con los años, se consolidó en Comodoro Rivadavia.

A sus 77 años, sigue al frente de este tradicional negocio, elaborando las facturas que lo han convertido en un ícono de la ciudad.

"Siempre quise disfrutar la vida y no depender de nadie", dice Ángel, recordando con orgullo el inicio de su negocio familiar. A lo largo de los años, la calidad y dedicación que ha puesto en cada receta lo han mantenido en lo más alto de la preferencia local. "La gente dice que hago las mejores facturas de Comodoro. Trato de seguir una línea y no salirme de ahí", confiesa con humildad.

El legado de La Hispano Argentina

En sus mejores épocas, La Hispano Argentina vendía hasta 100 docenas de facturas al día. "No había tantas panaderías como ahora, los domingos eran sagrados. Poníamos números y la gente hacía cola afuera", recuerda Ángel, rememorando con nostalgia aquellos días de gran actividad. Sin embargo, hace 10 años, la vida dio un giro cuando su nieta enfermó, y Ángel y su esposa Elsa María Pires, con quien compartió 52 años de matrimonio, decidieron cerrar los domingos para dedicar ese día a visitarla. Años después, la vida volvió a golpearlo cuando Elsa falleció a causa de un cáncer fulminante, dejándolo en soledad.

Pese a todo, Ángel encontró en su panadería una forma de seguir adelante. A sus 77 años, trabaja con un ritmo más relajado, pero con la misma pasión que lo caracteriza. Actualmente, saca alrededor de 20 docenas de facturas por día, las cuales se venden rápidamente gracias a su receta casera y única.

Una pasión que no se detiene

Ángel continúa trabajando porque ama lo que hace. "Si dejo de trabajar, me siento en un sillón y espero que venga la guadaña", bromea, reflejando su filosofía de vida. Con 40 años de trayectoria y una dedicación inquebrantable, Ángel ha logrado que La Hispano Argentina sea sinónimo de las mejores facturas de Comodoro Rivadavia. Es un legado que honra cada día, demostrando que la pasión por la panadería es mucho más que un oficio: es una forma de vida.

Hoy, Ángel sigue al frente de su negocio, orgulloso del camino recorrido, manteniendo viva una tradición que comenzó hace más de 70 años con su padre. Sus facturas, hechas con amor y dedicación, continúan siendo una delicia que los habitantes de Comodoro Rivadavia buscan y disfrutan, celebrando la esencia de una panadería que ya es parte del corazón de la ciudad.

Fuente: ADNSUR