El INTA revoluciona la exportación con la "cereza electrónica"

Esta innovación tecnológica está orientada a mejorar la calidad y reducir pérdidas

Actualidad24/10/2024redaccionredaccion
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Cerezas electrónicas

En 2024, Argentina alcanzó un récord en la exportación de cerezas, enviando más de 7.200 toneladas a mercados como Europa, Estados Unidos y China. Con el objetivo de mantener la calidad de este producto delicado durante su transporte, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ha desarrollado una innovación tecnológica clave: la "cereza electrónica". Esta herramienta, diseñada para replicar el tamaño, peso y textura de una cereza real, está equipada con sensores que detectan impactos en tiempo real, permitiendo ajustar los procesos de empaque y transporte para minimizar los daños.

El pitting, o daño en la superficie de las cerezas, es uno de los principales problemas que enfrenta la industria. La cereza electrónica ofrece una solución efectiva al detectar los golpes que pueden sufrir las frutas durante su manipulación. Según Andrés Moltoni, del Laboratorio de Agroelectrónica del INTA, “esta tecnología puede reducir las pérdidas por daño en la superficie de las cerezas en hasta un 50%”, lo que se traduce en una disminución del 2,5% en las pérdidas de exportación y un ahorro estimado de 720.000 dólares anuales.

Optimización de los procesos y proyección internacional

La cereza electrónica no solo permite la detección de golpes, sino que también facilita la calibración de las máquinas transportadoras y empacadoras, optimizando el manejo de la fruta y evitando daños innecesarios. Liliana San Martino, investigadora del INTA Los Antiguos, subraya la importancia de esta innovación para preservar la calidad del producto: "La cereza es una fruta delicada que muestra los daños semanas después de ser empaquetada". Gracias a esta tecnología, los productores pueden ajustar los procesos antes de que los daños sean visibles, mejorando la calidad del producto final que llega a los mercados internacionales.

Si bien la cereza electrónica aún no está disponible comercialmente, ya se está trabajando en una segunda versión que incluirá un transmisor bluetooth y una batería recargable de litio, lo que permitirá el monitoreo en tiempo real a través de dispositivos móviles. Esta evolución ha despertado el interés de otros países, como Chile, cuyos productores han expresado su entusiasmo por incorporar la tecnología, atraídos por la posibilidad de reducir pérdidas y mejorar la calidad de sus exportaciones.

Impacto económico y sostenibilidad en la cadena productiva

La implementación de la cereza electrónica no solo beneficia a los exportadores, sino que tiene un impacto positivo en toda la cadena productiva, desde los productores hasta los empacadores. Al reducir las pérdidas durante el transporte, se optimizan los recursos, lo que genera beneficios económicos y contribuye a la sostenibilidad del sector. La mejora en la calidad del producto y la reducción de desperdicios también repercuten positivamente en la rentabilidad, posicionando a Argentina como un líder en la exportación de frutas delicadas.

Este avance tecnológico es un reflejo del creciente proceso de digitalización en el sector agrícola argentino, donde el uso de herramientas electrónicas se perfila como un factor clave para el crecimiento y la competitividad del agro. Además, el desarrollo de esta tecnología podría extenderse a otras frutas delicadas, abriendo nuevas oportunidades para optimizar la exportación de productos agrícolas.

Con la cereza electrónica, Argentina no solo busca consolidar su crecimiento en las exportaciones de cerezas, sino también impulsar una producción más eficiente y sostenible que beneficie a toda la cadena productiva y contribuya al desarrollo del sector a nivel global.

Fuente: LU17

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